2 Timoteo 2:1-7 ESFUERZATE Y SE VALIENTE



ESFUERZATE Y SE VALIENTE

2 Timoteo 2:1-7  (NTV)

1Timoteo, mi querido hijo, sé fuerte por medio de la gracia que Dios te da en Cristo Jesús. Me has oído enseñar verdades, que han sido confirmadas por muchos testigos confiables. Ahora enseña estas verdades a otras personas dignas de confianza que estén capacitadas para transmitirlas a otros.
Soporta el sufrimiento junto conmigo como un buen soldado de Cristo Jesús. Ningún soldado se enreda en los asuntos de la vida civil, porque de ser así, no podría agradar al oficial que lo reclutó. Asimismo ningún atleta puede obtener el premio a menos que siga las reglas. Y el agricultor que se esfuerza en su trabajo debería ser el primero en gozar del fruto de su labor. Piensa en lo que te digo. El Señor te ayudará a entender todas estas cosas.

INTRODUCCIÓN

Hoy veremos un gran ejemplo de lo que es el discipulado.

Con la vida de Pablo y Timoteo

Veremos toda una vida de esfuerzo y dedicación en la obra del Señor.

Conocemos la vida de estos grandes siervos del Señor, pero hoy nos centraremos en el cambio de Estafeta, en las recomendaciones finales que le da Pablo a su hijo espiritual.

Timoteo se había criado en Listra, un pueblo Romano del distrito de Licaonia, en la provincia de Gálatas. Su madre Eunice y su Abuela Lioida, ambas Judías y de padre Griego.

Timoteo, su madre y su abuela probablemente se convirtieron a Cristo en el primer viaje misionero de Pablo, donde visito a Listra. Y muy probablemente fueron testigos la persecución y sufrimiento al ser apedreado por un motín.

En el segundo viaje misionero de Pablo, escucha hablar muy bien de Timoteo y pide que se lo pongan de ayudante.

Y aquí empieza una gran labor de discipulado de Pablo sobre el joven Timoteo.

En los siguientes viajes misioneros Timoteo es una pieza clave en el ministerio de Pablo.

I ESFUÉRZATE EN LA GRACIA DE DIOS

1Timoteo, mi querido hijo, sé fuerte por medio de la gracia que Dios te da en Cristo Jesús. 

Pablo exhorta a Timoteo y le ordena: Esfuérzate

Pero no en sus fuerzas, sino en el poder de Dios

Nadie puede lograr hacer la voluntad de Dios en sus propias fuerzas

Pablo reconoce el poder de Dios en su vida

1 Corintios 15:10 (NTV)

10 Sin embargo, lo que ahora soy, todo se debe a que Dios derramó su favor especial sobre mí, y no sin resultados. Pues he trabajado mucho más que cualquiera de los otros apóstoles; pero no fui yo sino Dios quien obraba a través de mí por su gracia.

II HAZ DISCÍPULOS DE CRISTO

Me has oído enseñar verdades, que han sido confirmadas por muchos testigos confiables. Ahora enseña estas verdades a otras personas dignas de confianza que estén capacitadas para transmitirlas a otros.

Así como yo te discípulo, hazlo con otros hombres fieles

Que estén dispuestos a hacer lo mismo con otros

De esto se trata la vida en el Reino de Dios

No de vivir una vida religiosa

Sino de contribuir a la extensión del Reino hasta que Cristo regrese por nosotros

El ministerio de Apolos es un ejemplo de discipulado

Hechos 18:24-26 (NTV)

24 Mientras tanto, un judío llamado Apolos —un orador elocuente que conocía bien las Escrituras— llegó a Éfeso desde la ciudad de Alejandría, en Egipto. 25 Había recibido enseñanza en el camino del Señor y les enseñó a otros acerca de Jesús con espíritu entusiasta[a] y con precisión. Sin embargo, él solo sabía acerca del bautismo de Juan. 26 Cuando Priscila y Aquila lo escucharon predicar con valentía en la sinagoga, lo llevaron aparte y le explicaron el camino de Dios con aún más precisión.

III COMPÓRTATE COMO HIJO DE DIOS

Soporta el sufrimiento junto conmigo como un buen soldado de Cristo Jesús. Ningún soldado se enreda en los asuntos de la vida civil, porque de ser así, no podría agradar al oficial que lo reclutó. Asimismo ningún atleta puede obtener el premio a menos que siga las reglasY el agricultor que se esfuerza en su trabajo debería ser el primero en gozar del fruto de su labor.

Da testimonio de que eres hijo de Dios

De que vives en el Reino de Dios

Compórtate como tal

Pablo le exige esto a Timoteo sabiendo que él está conectado al poder de Dios

Ningún hombre en sus propias fuerzas puede tener esta actitud.

CONCLUSIÓN

Piensa en lo que te digo. El Señor te ayudará a entender todas estas cosas.