Hechos 14:8-18 LA IDOLATRIA ES VANIDAD


LA IDOLATRIA ES VANIDAD
Hechos 14:8-18

INTRODUCCION

En la predica anterior vimos como Pablo y Bernabé predicaban el evangelio con denuedo y con señales de parte de Dios.

Muchos judíos y gentiles creyeron al evangelio y muchos se mantenían sin creer.

La Palabra de Dios nos enfatiza que solo hay estas dos posibilidades: o crees al evangelio o te mantienes haciendo las cosas a tu manera.

O te pones de parte de Dios o en contra de Él.

El día de hoy veremos más detalladamente como el hombre cuando no se arrepiente se vuelve más idolatra.

I EVANGELIO Y SEÑALES
II IDOLATRIA
III HUMILDAD
IV SIN ARREPENTIMIENTO HAY IDOLATRIA


I EVANGELIO Y SEÑALES

Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado. Este oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado, 10 dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo.
Dios hace milagros a través de quien El quiere.
El poder es de Dios. No de los hombres.
Las señales tienen un propósito, apuntar al Cristo.
Dios no tiene el propósito de mejorar la vida de los creyentes, sino de salvarlos.

II IDOLATRIA

11 Entonces la gente, visto lo que Pablo había hecho, alzó la voz, diciendo en lengua licaónica: Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros12 Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que llevaba la palabra. 13 Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y juntamente con la muchedumbre quería ofrecer sacrificios.
La idolatría es la respuesta del hombre a lo que Dios quiere de nosotros.
El idolatra hace las cosas a su manera y “hace un dios” a su contentillo.

Isaías 44:9-20
Isaías dijo:
«Los fabricantes de ídolos no valen nada, como tampoco valen nada los ídolos que ellos tanto quieren. Los que adoran a los ídolos son unos ciegos y estúpidos.
Algunos piensan que “el hombre hizo a Dios”
 10 El que funde el metal para hacer una estatua y adorarla como un dios, pierde el tiempo. 11 Esos artesanos son simples seres humanos: ¡que se enfrenten conmigo en un juicio, y quedarán llenos de vergüenza!
Todos los esfuerzos del idolatra son vanos
Todas las religiones son vanas

12 »Miren lo que hace el herrero: calienta el metal en el fuego, lo moldea a golpe de martillo y lo trabaja con su fuerte brazo. Pero si el herrero no se alimenta ni bebe agua, se cansa y pierde todas sus fuerzas.
13 »O fíjense en el escultor: toma las medidas con su regla, hace un dibujo con el lápiz y el compás. Luego hace una estatua que se parece a un ser humano, y coloca en un templo esa estatua sin vida.
14 »Hay otros que plantan cedros, y la lluvia los hace crecer. Si prefieren cipreses o robles, los cultivan en el bosque hasta que están bien crecidos. 15 Luego se llevan unas ramas de los árboles para hacer fuego y calentarse, o para cocer el pan. Pero también usan otros pedazos del árbol para hacer la estatua de un dios, ¡y se arrodillan para adorarla!
16 »También hay quienes encienden fuego con la mitad de la madera, asan la carne, se comen el asado, y se sienten satisfechos. Además, se calientan junto al fuego y dicen: “¡Qué bien se está aquí! ¡Ya estamos entrando en calor!” 17 Y con el resto de la madera hacen la estatua de un dios, se arrodillan ante ella para adorarla, y le dirigen esta oración: “¡Sálvanos, pues tú eres nuestro dios!”
18 »Esa gente no entiende nadaEstán tan confundidos y cegados que no pueden comprender nada19 Les falta inteligencia para entender y poder decir: “Si la mitad de la madera la usamos para hacer el fuego, para asar la carne y cocer el pan, ¡lo que estamos adorando no es más que un simple trozo de madera!” 20 Esa gente se deja engañar por ideas falsas, y no es capaz de entender que lo que tiene en sus manos es pura mentira».
La idolatría es vanidad. Es el esfuerzo vano del hombre por quedar bien con Dios.

III HUMILDAD

14 Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces 15 y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay16 En las edades pasadas él ha dejado a todas las gentes andar en sus propios caminos; 17 si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones.
El humilde reconoce al Dios vivo y verdadero

El idolatra no se humilla ante Dios, sino que hace lo que él quiere.

Salmos 115
1No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros,
 Sino a tu nombre da gloria,
 Por tu misericordia, por tu verdad.

¿Por qué han de decir las gentes:
¿Dónde está ahora su Dios?

Nuestro Dios está en los cielos;
Todo lo que quiso ha hecho.

Los ídolos de ellos son plata y oro,
Obra de manos de hombres.
Tienen boca, mas no hablan;
Tienen ojos, mas no ven;
Orejas tienen, más no oyen;
Tienen narices, mas no huelen;
Manos tienen, mas no palpan;
Tienen pies, mas no andan;
No hablan con su garganta.
Semejantes a ellos son los que los hacen,
Y cualquiera que confía en ellos.

Oh Israel, confía en Jehová;
Él es tu ayuda y tu escudo.
10 Casa de Aarón, confiad en Jehová;
Él es vuestra ayuda y vuestro escudo.
11 Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová;
Él es vuestra ayuda y vuestro escudo.
12 Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá;
Bendecirá a la casa de Israel;
Bendecirá a la casa de Aarón.
13 Bendecirá a los que temen a Jehová,
A pequeños y a grandes.
14 Aumentará Jehová bendición sobre vosotros;
Sobre vosotros y sobre vuestros hijos.
15 Benditos vosotros de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.
16 Los cielos son los cielos de Jehová;
Y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.

17 No alabarán los muertos a JAH,
Ni cuantos descienden al silencio;

18 Pero nosotros bendeciremos a JAH
Desde ahora y para siempre.
Aleluya.

IV SIN ARREPENTIMIENTO HAY

IDOLATRIA

18 Y diciendo estas cosas, difícilmente lograron impedir que la multitud les ofreciese sacrificio.

Apocalipsis 9:20-21 (RVR1960)

20 Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar;
21 y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.
No hay nada ni nadie que nos pueda dar arrepentimiento, éste es poder de Dios. Es un don de Dios.



CONCLUSION



Ábreme los ojos y dame entendimiento oh Dios.


Permíteme Señor que yo vea lo vano que es hacer las cosas a mi manera y no como tú quieres.


Dame el don de arrepentirme de hacer las cosas a mi manera y confiar en ti.


Quiero reconocerte como el único Dios vivo y verdadero que hizo los cielos y la tierra y todo lo que en ella hay.


Ten misericordia de mí, y séllame con tu bendito nombre.