Los signos vitales de una Iglesia viva
Hechos 2:41-47
INTRODUCCION
En esta porción veremos como nuestro Dios continua
la obra de salvación.
Nos escogió
Nos predestino
Nos llamo
Nos justifico
Y hoy veremos cómo nos hace perseverar
Si alguien ha nacido de nuevo, tiene que dar
evidencias de que así ha sido.
Una Iglesia llena del Espíritu Santo, una Iglesia
viva, tiene que dar evidencias de que está viva.
41 Así, pues, los que recibieron su mensaje fueron
bautizados, y aquel día se unieron a la iglesia
unas tres mil personas.
La multitud fue “llamada”. Recibieron el don de la fe y el arrepentimiento y fueron
bautizados con el Espíritu Santo. Fueron inmersos en el cuerpo de Cristo:
“La Iglesia”.
I PERSEVERABAN
A Cristo se le encomendó
no perder ninguno
Juan 6:38-40(TLA)
38 »No bajé del cielo
para hacer lo que yo quiera, sino para obedecer a Dios mi Padre, pues él fue
quien me envió.39-40 Y mi Padre quiere
estar seguro de que no se
perderá ninguno de los que él eligió para
ser mis seguidores. Cuando llegue el fin del mundo, haré que mis seguidores que
hayan muerto vuelvan a vivir. Porque mi Padre quiere que todos los que me ven y
creen en mí, que soy su Hijo, tengan vida eterna.
Nadie podrá arrebatar de la mano de Cristo y del
Padre a los que El eligió
Juan 10:27-29
(NVI)
27 Mis ovejas oyen mi
voz; yo las conozco y ellas me siguen. 28 Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá
arrebatármelas de la mano. 29 Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos;[a] y
de la mano del Padre nadie las puede arrebatar.
En la última etapa del proceso de salvación se nos
ha prometido la glorificación
Romanos 8:30
(NVI)
30 A los que
predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los
que justificó, también los glorificó.
42 Se mantenían
firmes
en la enseñanza de los apóstoles,
Perseveraban en la
doctrina de los apóstoles, en la Palabra de Dios.
Mateo 28:19-20
(NVI)
19 Por tanto, vayan y
hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y
del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que
estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.[a]
en la comunión,
Otra evidencia más de
que tenemos vida eterna es que tenemos comunión unos con otros. Como parte del
cuerpo de Cristo nos mantenemos unidos y activos.
1 Juan 1:6-7
(NVI)
6 Si afirmamos que
tenemos comunión con él, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no ponemos en
práctica la verdad. 7 Pero, si vivimos en
la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su
Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado.
en el partimiento del pan
Compartir los
alimentos y la Cena del Señor continuamente es otra prueba más de que estamos
vivos.
y en la oración.
Depender de Dios en
todo, es un signo vital importante. Juntos mostrando nuestra dependencia de
Dios en oración.
II CONTAGIABAN EL
TEMOR A DIOS
43 Todos
estaban asombrados por los muchos prodigios y
señales que realizaban los apóstoles.
Toda la población estaba
siendo contagiada con ese “temor reverente” hacia Dios. La gente observaba a la
Iglesia, su amor por Dios, su amor por los hermanos y su amor por los que
estaban lejos de Dios.
III DABAN FRUTO DEL
ESPIRITU SANTO
44 Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en
común: 45 vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus
bienes entre sí según la necesidad de cada uno.
46 No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día.
De casa en casa
partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad,
La primera Iglesia
daba fruto del Espíritu Santo, mostrando generosidad por los más necesitados, compartía
y se desprendía para ayudar a sus hermanos.
47 alabando
a Dios
La Iglesia alababa a
Dios, no solo en el templo, sino en todo lugar. Dar gloria a Dios por todo es
una muestra más de vida.
y disfrutando de la estimación general del pueblo.
Todo el pueblo los
respetaba y los admiraba, porque sabían que Dios estaba con ellos. Lo mostraban
con sus vidas.
IV RESPETABAN LA
SOBERANIA DE DIOS
Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.
La
Iglesia solo cumple con el propósito para el cual fue “llamada” y Dios se
encargara de la salvación.
No
podemos ayudar a Dios en esta obra divina.
CONCLUSION
A nuestro
Señor Jesucristo se le encomendó vivir una vida sin pecado por nosotros y morir
en la cruz pagando lo que debíamos nosotros.
Pero
también se le encomendó no perder a ninguno que El Padre le haya enviado.
Y
para esto nos hace perseverar hasta el fin, por medio de su Espíritu Santo.
Nuestra
parte es OBEDECER y PERSEVERAR
Siempre
dando señales de que estamos vivos y de somos una Iglesia llena del Espíritu
Santo.